Crónicas de Altavilla son páginas de recuerdos de una infancia y una adolescencia de pobreza dura, pero acaso felices, de un personaje del que nunca sabemos su nombre, pero quien guía las historias. El libro es una suerte de microcosmos de un barrio de los suburbios de Ciudad de México, en este caso el pueblo de Ecatepec, ya tan lejano en su cercanía, y el cual se volvió hace ya tiempo otra ciudad en la gran ciudad. Luis Tovar dibuja, como el programa de televisión que tanto le gusta, The wonder Years, los años maravillosos, las décadas de los setenta y ochenta del siglo anterior, que tal vez no lo fueron tanto, pero que la memoria, que suele ser selectiva, los vuelve entrañables.

Marco Antonio Campos